# 27 # Confesiones de un Gossip Guy

Esta noche se estrena en la tele británica la mejor serie de la actual temporada televisiva. La noticia no es que sea gran cosa, pero es que ha sido ver el poster que promociona el estreno y me he visto en la obligación moral de compartirlo con el mundo. En este homenaje-plagio a El diablo viste de Prada el tacón de aguja de una preppy uppereastsider (¿Gossip Girl en persona, quizá?) empala literalmente a una rubia y una morena con pinta de lolitas. Hasta para ser empaladas tienen que estar juntas S y B.

Y para dar una muestra más de mi adicción a las aventuras de GG y cía, acompaño el poster con el libro que narra el comienzo de las andanzas de los niñatos ricos neoyorkinos, llamado It had to be you, un ladrillo tremendamente adictivo que me voy leyendo en el metro cada mañana mientras oigo a las Girls Aloud y todo el vagón me mira con cara de 'pobrecillo'.

A veces pienso que debería buscarme una vida...

# 26 # Triunfadas y decepciones

El viernes pasado se estrenó aquí en la Gran Bretaña la peli más exitosa del pasado año en España, es decir, El Orfanato. Y es que España está de moda, y su cine más. Bueno, ésto me lo acado de inventar, porque todos sabemos que el cine español lleva en crisis desde la retirada de Pepa Flores, pero me quedaba bien para empezar el post.Y quizá a base de repetirlo me lo creo.

Yo me creo muy cosmopolita porque vivo en una ciudad donde las tiendas de dvd's tienen editadas películas de Almodóvar o de Buñuel que por Iberia ni hemos olido; donde Bardem gana un Oscar y tiene estanterías con toda su filmografía en las mejores stores, como también ocurre con mi compañero de facultad; y en donde Pe y Mónica Cruz van pegadas (bueno, lo van sus anuncios para Mango) a los autobuses como Julia Roberts en Notting Hill. Pero a lo que no me acostumbraré nunca será a verme a la ex-presentadora del Ta Tocao (programa noventero casi tan mítico como el No te rías que es peor)y ex-mujer en la ficción catódica de Antonio Resines empapelada por todo el metro de Londres. O que el cartel de The Orphanage ocupe el escaparate central de Forbidden Planet, que para los que no lo sepan es la tienda más friki dentro de las tiendas frikis.

Y es que lo cierto es que esta película, avalada por el prestigio del aquí más conocido Guillermo del Toro ha sido el estreno más fuerte de las últimas semanas, y la pasta que se están gastando para darlo a conocer es muestra de ello, y de que además se espera que sea un auténtico éxito. Las críticas están siendo excelentes, y por lo que me han contado a pesar de que Londres está lleno de spanish people el público que va a ver la peli es casi exclusivamente nohispanoparlante. Que ya es un mérito. Personalmente no pienso ir a ver la peli, me puse a verla un día y tuve que dejarla a la media hora porque me cagaba vivo, pero me alegro de no ser yo el único español que triunfa más allá de las fronteras de nuestro gran país.Aunque soy el que triunfa con más clase.

La gran decepción de estos días (no diré fracaso porque habrá que ver como van las ventas) ha sido la colección de hombre de Mango. Yo, que esperaba como water of may ver lo que los diseñadores mangueros habían hecho para los chicos me he encontrado con una colección sosa, cara y nada arriesgada.

Reconozco los méritos de la colección: se trata de prendas muy de fondo de armario que tienen unidad entre sí; apuestan por colores oscuros, masculinos y nada veraniegos en una temporada donde los fluorescentes nos han invadido para disfrute de las modernas y jodienda de los demás; copian descaradamente a All Saints (por fin!)en un par de chalecos además de en el predominio de los colores oscuros; tienen una línea de accesorios y calzado interesante aunque, como he dicho antes, se hayan subido a la parra con los precios. Pero en el fondo no hay nada nuevo bajo el sol: no hay ninguna prenda que destaque por encima, o que no hayamos visto ya en Zara, H&M o en el Topshop.

Espero en cualquier caso que la colección se venda bien y poco a poco Mango ofrezca mejores y mayores colecciones masculinas. Yo haré un esfuerzo y comrparé algo usando el descuento de los amigos para seguir llenando el armario (y su fondo), aunque sólo sea por hacer gasto.

Y es que a mí a generoso no me gana nadie...

# 25 # Cosas que hacer en Londres cuando estás off

Londres ofrece un inimaginable abanico de opciones con las que llenar el tiempo de ocio. Yo, que soy un desgraciado, no suelo aprovechar casi ninguna, pero hoy, ya que era mi día libre, he decidido que tenía que hacer algo con mi vida, así que me he levantado elegantemente tarde, me he enfundado en uno de mis total looks made in River Island + Bershka (todavía no me llega la pasta para vestir de All Saints, pero todo se andará) y me he echado a la calle a patearme la ciudad.

Mi primer destino ha sido la zona de Brick Lane, porque tenía ganas de conocerla durante el día y, por una vez, sin estar pedo. Brick Lane es una de las zonas de moda de Londres (tan de moda que ya no está de moda, para entendernos...), una zona llena de antiguas fábricas de ladrillo ennegrecido que se caían a trozos reconvertidas en tiendas de ropa de segunda mano para modernas y alternativos de diversa calaña y en cafeterías y pubs super-underground ellos, además de pisitos para jovencillos progres que, como yo, se vienen a la ciudad en busca de... bueno, no sé lo que buscan. La zona es casi, casi tan decadentemente cool como todo Berlín, pero me parece que la capital alemana gana por goleada. Eso sí, los bagels de salmón ahumado que por allí venden son jodidamente adictivos.

Tras el bagel me he dirigido a la zona de Covent Garden, donde me he sentado en uno de esos bancos rollo Notting Hill en los jardines de la iglesia de St. Paul (uno de mis sitios favoritos de toda la ciudad) a leer un pokillo de The Shadow of the Wind (que viene a ser La Sombra del Viento en inglés), con un piti en una mano, un café en la otra y una cookie de triple chocolate en la boca. Si me hubiera visto en esa pose, me hubiera enamorado de myself en ese preciso instante.

Después de la sobremesa, me he decidido, por fín, a visitar la National Portrait Gallery, donde me he enamorado de un retrato de Lady Di (pronunciese 'Leididai') y sobretodo de uno de Joan Collins made by Warhol de cuya existencia, inculto yo, no tenía idea. Desde ya quiero a Alexis colgada en mi pared, de una forma u otra. Pero la auténtica excusa para visitar este museo era la exhibición de retratos publicados en la Vanity Fair (esa revista donde empezaré a colaborar cuando me aburra de GQ), donde para entrar me han sajado 10 pounds que me han dolido más que una patada en la espinilla. Lo peor es que la exposición merecía la pena (y eso que la mayoría de las fotografías ya las había visto en el ¡Hola!) porque hay que reconocer que ésta revista no publica fotos, sino putas obras de arte (sobretodo, a mi parecer, las de la Leibovitz) que sacan el lado bueno de esas celebrities y demás fauna a los que amamos y envidiamos porque sabemos que, en el fondo, son mejores que nosotros. Mi favorita, always and forever, sigue siendo la instantánea de las riquísimas Scarlett Johanson & Keira Knightley en pelota picada junto al osito Tom Ford.

Todo ello acompañado por mi MateiPod, donde me he creado una lista de reproducción con lo nuevo de la Naranjo (un temazo rarísimo que me gusta más cuanto más lo escucho), el Never Forget de Take That (canción que lleva meses muerta de risa en el MateiPod, pero que a raíz de oirla en el concierto de los chulazos treintañeros me apasiona) y demás sintonías para no oír los ruidos de la city.

Y ahora estoy en casa, con mi nuevo vicio, Skins, una serie teen inglesa que viene a ser como El Pino (aka One Tree Hill) pero con adolescentes de verdad: salidos, drogatas y con una alarmante tendencia al bisexualismo. Ya sé de dónde ha salido la 'insipiración' para la muy hot Física o Química...

Para variar esta noche no habrá visita al Walk- llenodespañoleseitalianosquequierenbeberbarato- About, que mañana tengo turno de 9 horas en Emporio Amancio y no es plan de aparecer otra vez con unas ojeras del tamaño y la consistencia de melones de agua.

Ojalá todas las jornadas londinenses fueran así.

Y es que a veces, sólo a veces, es taaan fácil ser yo...

# 24 # Habemus Gambito

Tras meses de especulaciones (Josh Holloway sí, Josh Holloway no), hoy una visita a la Biblia IMDb me ha confirmado lo que llevaba unos días leyendo en diversas webs, y es que finalmente será Taylor Kitsch el que 'interprete' a Gambito en la peli sobre Lobezno que se está rodando actualmente y que se estrenará en mayo del año que viene. Y es que lo que dice la Biblia va a misa.Y yo que me alegro.

Kitsch es sobretodo conocido (decir famoso sería faltar a la verdad) por su participación en la casi difunta Friday Night Lights, y en menor medida por ser uno de los protas en la peli más filogay de los últimos siglos, La alianza del mal, que se está convirtiendo en la mayor cantera de actores jóvenes desde Rebeldes de Coppola.

La elección de este goyurín para hacer del traidor de la Patrulla-X me parece el mejor acierto de casting desde que escogieron a la Berry para hacer de Tormenta. Otra historia es a cuento de qué no sacaron al personaje en las pelis de X-Men y lo meten con calzador en un film sobre los orígenes de Lobezno, que poco o nada tendrá que ver con lo visto en la miniseries que efectivamente nos relataban los orígenes del mutante. Pero bueno, el cómo destrocen al personaje es lo de menos...

Con Jackman en plan brutote y el Kitsch en plan malote (el que salga también el chulazo de Ryan Reynolds haciendo de Masacre es secundario, pero también importante), X-Men Origins:Lobezno, promete ser la peli que coja la antorcha en lo que a filogay films se refiere. Y es que no se puede olvidar que en X2 Lobezno-Jackman lucía unos apretadísimos vaqueros de campana que ni en el Bershka...