La temporada televisiva 2009/2010, y aquí van mis impresiones sobre los episodios de las pocas series que me interesan so far...
Melrose Place a quemarropa
Bueno, muy bueno. Así fue el primer episodio de la nueva Melrose Place. Desde esa nueva Amanda con tendencias lésbicas hasta esa (ya la estoy viendo) esquizofrénica pelirroja con pinta de entre putita y santa, pasando por los chulazos descamisados con muchos secretos, los reformados apartamentos del 4616 de Melrose siguen siendo uno de los bloques con más peligro de todo L.A.
Hay quién se sorprende de que el piloto haya sido un fracaso de audiencia y que haya tenido una fría acogida por parte de la crítica. Pero lo que está claro es que el público objetivo de Melrose no es, a Dios gracias, el mismo que el de la sobresaliente Mad Men, por ejemplo. El nuevo Melrose es todo lo que esperas de un producto así, y más: una serie con personajes estereotipados puestos en situaciones inverosímiles vestidos con modelitos minúsculos en sitios ultra chic, pero pasado por el filtro Gossip Girl. Se agradece eso sí que la nueva MP tarde apenas cinco minutos (lo que tardamos en ver el cadáver de Sidney n la piscina) lo que a la original le costó dos temporadas. Y es que a principios de los 90 MP era una versión 'adulta' de Sensación de vivir, una visión culebronesca aunque amable de la vida de unos veinteañeros en Hollywood. Quince años después, Melrose Place 2.0 es consciente del legado de la soap original, y promete exprimirlo sin escrúpulos. Una serie que, cierto es, no se sostendría si no fuera porque es parte de una franquicia ya conocida, pero cualquier excusa es buena si el resultado es un buen culebrón libre de complicaciones.
Y es que Melrose Place podría convertirse en el guilty pleasure más gratuito de los últimos años, pero la audiencia no va a dejar que así sea, y doy por hecho que los encargados de la producción ya se han ocupado de ponerla ‘entre paréntesis’, en respuesta al episodio de esta noche. Recemos a Santa Amanda para que se digne a aparecer antes de que cierren el grifo…
90210 3.0
To new beginnings. Ese era el título de la season premiere de 90210 y parece que iba en serio, porque desde luego esto no lo había visto antes. He tenido que soportar una soporífera primera temporada para ver el primer capítulo de 90210 que verdaderamente me haya gustado. La serie ha cambiado el rumbo y los cambios se notan: los responsables de la serie se han dado cuenta de lo innecesario del personaje de Ethan y se lo han quitado de en medio y, conscientes de la falta de personalidad de la nueva Brenda, han cedido el papel protagonista a Naomi, la versión californiana de Blair Waldorf, convertida definitivamente en la líder de unas émulas de las chicas malas (¡hay que ver lo que han cambiado Silver y Adriana en tan solo una veintena de capítulos!) de la película homónima. Y el nuevo 90210 comienza a entrar directamente en el culebrón puro y duro, con las muertes accidentales, los personajes misteriosos, los chulos buenorros, las mamarrachas anoréxicas y los modelazos que toda soap opera debería tener. Qué pena que, como el remake del spin-off de la serie de la que es secuela (¡toma ya!), vaya a durar tan poco…
Buffy’s Falls
Así se podría subtitular la nueva serie sobre una chica tonta enamorada de un vampiro ‘bueno’(resumen bastante ajustado, pero es que todo lo demás sobra). No se equivocan los que proclaman que esta serie es producto de la actual moda por los vampiros auspiciada por Crepúsculo y True Blood, saga cinematográfica y serie televisiva respectivamente de las que no me declaro seguidor. Pero lo cierto es que aquellos que crecimos viendo los productos de la difunta WB hemos detectado que la nueva apuesta de la CW es una mezcla entre dos de sus series insignia, Buffy Cazavampiros y Dawson Crece. No es de extrañar teniendo en cuenta que The Vampire Diaries tiene como productor ejecutivo a mi otrora adorado Kevin Williamson, el que fuera a finales de los noventa el rey de la ficción adolescente gracias a Scream y Dawson Crece, pero que desde entonces todo lo que toca lo convierte en fracaso (Cursed, Wasteland, Hidden Palms…).
La serie no es que sea mala, es que la hemos visto mil veces: en el triángulo protagonista no es difícil ver a unos émulos de Angel , Spike y Buffy + Joey (la prota tiene los mismos tics que la ahora mujer de Tom Cruise en DC!), la amiga bruja es negra y no pelirroja como en los libros en que se basa la serie para no hacer evidente los parecidos con Willow y en general parece difícil que la trama pueda sorprender más allá de las confesiones de pecados pasados del vampiro bueno o de la transformación del vampiro malo en bueno y en malo again. Si dura más temporadas que Rosswell (otra serie con la que comparte bastantes similitudes, más que nada porque Rosswell ya tenía de por sí un tufillo buffydawsoniano bastante importante) será una sorpresa. De esa 'niebla' digna de orquesta de pueblo, mejor no hablar...